martes, 25 de octubre de 2011

Más teatro absurdo…

Comencemos con Harold Pinter, hijo de comerciantes judíos. Durante su infancia fue separado de sus padres debido a a Segunda Guerra Mundial y volvió con ellos a los 14 años. Estudió arte dramático en la institución Royal Academi of Dramatic Art, lo que dejó y se fue a actuar bajo el seudónimo de David Baron. En 1957 escribe su primera obra La Habitación. Al comienzo no tuvo éxito, pero conforme fue sido entendido por los críticos adquirió fama con otras obras, como: El regreso a casa, Los Enanos y Un pequeño malestar.
Su teatro se caracteriza por ser seco, dar pocas cosas a interpretar, el problema principal de sus obras es el de la identidad.
Su obra La fiesta de cumpleaños no gustó al ser puesta en escena esta obra cuenta la historia de una casa de huéspedes administrada por dos señores mayores y en esa casa solo habita un huésped quien se descubre que es un pianista. Lo más curiosos de esta obra es que el pianista hace mención que por culpa de “ellos” dejó de tocar, por lo que “ellos” deja al espectador mucho en que pensar.
Otro escritor muy importante, es Samuel Becket, nacido en Irlanda, su infancia fue como la de todo niño normal., estudió en Trinity College y se especializo en francés e italiano. Más tare él viaja a París en donde se encuentra con James Joyce,. Participo en la segunda Guerra Mundial en la parte de servicios de inteligencia, y por eso recibió la Cruz de Guerra por “valor extremo#.
Escribió novelas como Murphy(1938) y Watt(1945). Al terminar la guerra vino un cambio en sus obras el cual se ve caracterizado por largos silencios y un minimalismo extremo. En 1969 recibe el Premio Nobel de literatura.
Su teatro se caracteriza por los silencios ya antes mencionados, la repetición de frases, y el uso de personajes al límite, personajes que no tiene oportunidad de sobresalir.
Su obra Esperando a Godot es sin duda una de sus obras maestras, en esta obra actúan dos mendigos, uno muy intelectual, que resulta absurdo, que lee la biblia, algo no existencialista, que se encuentran esperando a Godot, conforme pasa la obra este personaje no llega pero si se les une otro con quien se encuentran más absurdos. Lo característico es el final de esta obra en el cual los personajes dialogan el querer irse y quedarse en donde se encuentran y la ausencia para siempre de Godot quien nunca llega ni nadie sabe quien es.

No hay comentarios:

Publicar un comentario