El teatro en México no había sido un ámbito en el que se hayan interesado como un área de incursión muy amplia, ya que Salvador Novo y Xavier Villaurrutia solo ponían en escena obras que ya habían sido estrenadas en Europa.
Nos ubicamos a inicios del siglo XX, cuando Porfirio Díaz se encontraba en sus últimos años en el poder. Es entonces que la infancia de un nuevo dramaturgo transcurre, y la razón por la que este pequeño desde la infancia se vea interesado en el teatro es porque bien sabemos que durante el porfiriato se desarrolló mucho el país. Es Rodolfo Usigli quien se siente impulsado a crear el teatro mexicano, que nos de identidad y destaque el ser mexicano. Es con su trilogía de coronas que destaca sucesos importantes de la historia de México; “Corona de sombra”, trata los últimos años de vida de emperatriz con un flashback en el que recuerda el imperio de su marido sobre México; “Corona de fuego”, presenta el momento crítico de la conquista con la caída de Cuauhtémoc; “Corona de Luz”, que cuenta el hecho de la aparición divina de la virgen de Guadalupe y la conversión de los indígenas al catolicismo.
Otro dramaturgo que surge a mediados del siglo XX es Hugo Argüelles, un destacado veracruzano, incursiona en el teatro y destaca por su originalidad y fuerza. A él también se le atribuye la creación del humor negro. Su obra “El ritual de la salamandra” narra sucesos muy similares a los ocurridos en Edipo y Electra acaba como toda tragedia clásica, en esta obra destaca la hipocresía, la familia, la sexualidad y el sinsentido de la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario